Geez... parece que ustedes no son capaces de quedarse quietos en ningún momento... ¡les dije limpiar! ¡Por más que quisiera que matasen, esta no era la oportunidad!
Geez... qué mala suerte la de algunos osos en esta vida.
Víctima: Kizuya Shinrioga.
Asesino: Lotus Rias.
Truth Bullets:
Monokuma File 1:
Salón:
• Taza de Shin: Sobre una mesa cercana al cuerpo. Vacía. Contenía café.
• Trozos de porcelana: Desperdigados en el suelo. Si se unen las piezas... ¿Qué saldrá? (→Taza de Lotus, pero falta una pieza grande para completar la taza con los trozos)
• Cables del enchufe: ¡Cuidado! Echan chispas y te pueden electrocutar. Cerca del cadáver.
• Trocitos de queso: esparcidos entre diferentes esquinas de la sala. No los comas, están llenos de veneno matarratas. Upupu.
• Lámparas portables: Alumbran el salón, pues no hay luz en la cabaña.
• Escoba, cepillo y bayeta: Llenas de polvo, pero han sido usadas. Al parecer alguien se esmeró en quitar todo el polvo posible del lugar.
Oficina de la cabaña:
• Interruptor: Está encendido.
Cuerpo de Shin:
• Contusiones leves: en cara, brazos y abdomen, pero pocas. ¿Una pelea?
• Guantes de goma: tiene las manos enguantadas.
• Mano derecha: está tiesa y de tal manera que pareció haber agarrado algo antes de morir solamente con el dedo pulgar y el índice. Fruto del rigor mortis.
• Trozo afilado de porcelana y herida: Al parecer Shin fue apuñalado en el abdomen con un objeto punzante. Es un trozo de porcelana. La sangre ha caído por las rendijas de la madera del suelo.
Cocina:
• Bote de azúcar: Contiene veneno matarratas.
• Cafetera: Se usó recientemente. Funciona con batería propia.
• Cáscaras de naranja: Las naranjas fueron exprimidas.
Plano:
Solución: The true despairful life for the new students.
Convencidos de que esta sería la última actividad a realizar en las inmediaciones de Jabberwock Island, nuestros estudiantes se disponen a limpiar totalmente confiados el lugar a las zonas que se les ha ordenado. Mientras esto se llevaba a cabo, la mente maestra de este asesinato había puesto en movimiento su arriesgada apuesta.
Kizuya Shinrioga y el asesino habían comenzado a limpiar la cabaña abandonada del Hotel Mirai a eso de las 9 AM. Un tiempo pasado de esto y en un pequeño break que tomaron el asesino pregunta a la victima si quería algo para beber a lo que este respondió afirmativamente, por lo que el primero partió a la cocina del lugar los brebajes. Independiente del orden, nuestro asesino preparó un jugo de naranja para él y un café azucarado para el psicólogo. Lo que el asesino no sabía es que en ese momento estaba dando a los planes de la mente maestra que anteriormente había echado veneno para ratas en el azúcar.
Tras entregar el café ambos comenzaron a beber, y en un curioso y oportuno acto el asesino decide ir al supermercado por los rociadores de insecticida a lo que es retenido y vigilado en todo momento por Monokuma. Para su mala suerte, en el momento en que este deja a Kizuya Shinrioga solo, se pierde el momento en que este termina por fallecer debido a la intoxicación que le provocó el veneno para ratas.
El Psicólogo definitivo perdió la vida a eso de las 9:45.
A las 10 AM el primer grupo termina de limpiar. Romeo el Ultimate Board Gamer y Mabu el estudiante del curso de reserva se separan en el momento en que el primero ve al asesino en el supermercado, este decide ayudarle, mientras el pobre sin talento va a ver al Psicólogo.
Dentro de una cabaña totalmente a oscuras gracias a que ambos limpiadores decidieron cortar la energía para reparar uno de los enchufes, Mabu decide buscar el generador de la oficina y, en cuanto lo encendió, escuchó un fuerte chispazo proveniente del salón principal. En pánico entró al ver el cuerpo del Psicólogo definitivo en el suelo y, aunque no tenía rastros de quemaduras, dado al estado en que el testigo se encontraba optó por, desconocidas razones, tapar su fechoría y aumentar el misterio de este caso.
Primero decidió golpear el cuerpo y destrozar un poco el lugar para hacer creer que una pelea se había llevado a cabo entre ambos limpiadores. Finalmente, lo último que realizó el estudiante del curso de reserva luego de mover una de las tantas lámparas portables fue tomar la taza del asesino, romperla y apuñalar a Kizuya Shinrioga. Con esto realizado solo le bastaría fingir que nunca había visto el cuerpo.
Pero si había algo que ninguno contaba es que todos eran títeres dentro del juego de la mente maestra de este crimen... ¡La Apostadora Definitiva, Celestia Ludenberg!
Tras haber confesado su parte y aprovechamiento de la suerte para provocar un asesinato, simplemente quedaba apuntar con el dedo a la persona que sin saber terminó acabando con la vida de Kizuya Shinrioga... el Botánico Definitivo, Lotus Rias.
Ejecución: Seeking a new life.
Y finalmente, el juicio acabó. Los dedos que apuntan al culpable, se direccionan hacia la figura de Lotus, Ultimate Botanic, por haber cometido el asesinato de Shinrioga Kizuya, Ultimate Psychologist.
¡Qué interesante! Por fin parece ser que uno de esos críos bastardos que ustedes quieren meter en cajitas de protección se ha ensuciado las manos, ¡Y nada más que con la sangre de sus allegados! ¿Qué hacer con él? ¿Qué hacer con él? ¡Ese idiota nos estuvo esperando por mucho tiempo para una ejecución! Y es momento de hacerle pagar cada uno de esos minutos.
Por eso mismo es que la figura de nuestro querido verdugo apareció en escena, llevándose al asesino consigo por el camino que marcaría su propia muerte.
Los alumnos fueron trasladados a un nuevo escenario, en las playas de la primera isla. Allí mismo se encontrarían con lo insólito.
Un grupo de Monokumas llevando un graaaaaaaaaaaaan reloj de arena.
Curiosamente se hallaba vacía en su parte superior, y en la inferior, atado en una silla se encontraría el asesino. Y grabado en los cristales del reloj, se hallaría escrito lo siguiente:
[ Seeking a new life. Ultimate Botanic Lotus Rias Execution: Executed. ]
Kamukura Izuru se asomó a la escena, y ordenó a los Monokumas dejar el reloj sobre el suelo. Una vez que esto sucediera, los alumnos se percatarían de cierto detalle.
La figura del botánico estaba sangrando por casi todos lados, se denotaba que varios sectores de su piel fueron desgarrados por las patas de los osos. ¿Por qué, dirán? ¡Porque el desgraciado se movía mucho y no se dejaba preparar para su suplicio! Así que nuestros queridos animales bicolores sirvieron como torturadores provisorios del verdugo que les comandaba.
Cuando todo estuvo listo, el castigo comenzó.
Se abrió la tapa del reloj, los Monokumas tomaron una taza con arena en cada mano. Y tras una segunda orden del ejecutor, comenzó el show.
Los osos empezaron a realizar acrobacias aéreas tras pegar saltos inhumanos, llegaban al tope del reloj y pasaban por encima de la tapa abierta. Por cada salto, la taza de arena era directamente arrojada con fuerza, quebrándose por completo en el resistente material del reloj (¿Acaso pensaban que seríamos tan estúpidos de fabricar un reloj que se rompiera con golpes contundentes?). La arena y los cristales rotos de las tazas llegaban hasta el fondo y pasaban a la parte inferior del reloj, cayendo encima del ensangrentado asesino.
¡Una! ¡Dos! ¡Trescuatrocincoseissieteochonuevediez…! ¡Hemos perdido la cuenta de cuántas tazas han siendo lanzadas! Luego podrán fijarse ustedes si son curiosos, ¡Porque todo esto está siendo grabado!
Lotus fue poco a poco siendo enterrado bajo una montaña de arena y cristales rotos que tan solo acrecenta el dolor de sus heridas y le hace gritar con mayor pánico.
Lamentablemente, su patética vida no se vio acabada sino hasta que se le acabó el aire por el entierro. Toda la arena había sido depositada ya por nuestros queridos osos acróbatas.
¡Lotus muerto abono para mi huerto! Upupupupu… ¿Acaso creían que era imposible? ¿¡ACASO CREÍAN IMPOSIBLE QUE LA VEGETACIÓN CREZCA EN MEDIO DE LA ARENA!?
No señores, si hay algo que nuestro querido bastardo estúpido nos ha enseñado, es que incluso en el desierto una flor puede crecer. ¡Y mucho más si sus raíces se alimentan con la sangre de un idiota!
Así que, acérquense, acérquense. Van a ver que sobre todo ese montón de arena con tintes rojos, acabó por brotar una pequeña flor blanca.
