top of page

Deadly Life 2: Time To P(l)ay.

¡Vaya! Parece que alguien se ha vuelto a morir, ¿eso no es triste Enoshima Junko-chan? Tu vida parece girar en torno a un único evento, morir.

Junko Enoshima, la anterior mente maestra ha sido asesinada de una forma tan extrañamente desesperante que ha terminado en el gimnasio con un cuchillo clavado en su cabeza y sin muchas marcas de sangre, ¿será capaces de resolver el misterio detrás de este asesinato?

Victima: Junko Enoshima.

Asesino: Izuru Kamukura

Truth Bullets:

  • Cuchillo: Incrustado en la cabeza de la victima, el único misterio es de dónde salió, pero ya se pueden hacer una idea de donde fue. Encontrado por Julietta.

  • Revolver: Perteneciente a la victima, solo le queda una bala. Encontrado por Celestia.

  • Sobre vacío: Encontrado entre las pertenencias de la victima, pese a estar vacío iba con destinatario a Hajime Hinata. Encontrado por Celestia.

  • Agujeros en la pared: Cerca de la entrada del gimnasio se encuentran cinco agujeros de bala y con las mismas incrustadas en la pared. Encontrado por Celestia.

  • Nota: “Nos vemos en el gimnasio dentro de un rato” Encontrada cerca de los agujeros de bala, al parecer se citó a alguien a ese lugar. Encontrado por Togami.

  • Sobres y cartas: Encontradas por Arisa. En la habitación de Junko Enoshima hay tres sobres y tres cartas.

  1. La carta en el sobre para Tanaka dice: “Nagito Komaeda te va a traicionar”

  2. La carta en el sobre para Maryse dice: “Komaru Naegi te va a traicionar”

  3. La carta en el sobre para Saionji dice: “Chiaki Nanami te va a traicionar”

  • ¡Prueba sorpresa! Hajime Hinata tenía su carta con el siguiente mensaje: “Izuru Kamukura te va a traicionar”

Solución: Time To P(l)ay.

Para crear discordia entre los grupos no se le ocurrió mejor idea a Junko que generar un juego de traidores en los grupos, en que cada líder recibiría una carta diciendo que tal miembro lo traicionaría, pero al ir viendo que cada grupo tenía un “símbolo de esperanza” se le vino algo mejor.

Un plan que involucraría derrotar al símbolo de esperanza mayor, Izuru Kamukura. ¿Cómo? Con su propia muerte.

El plan era sencillo, escribiría cada carta para despistar a los estudiantes llegado el momento de la investigación y simplemente entregaría una, la de Hajime Hinata diciendo el traidor.

Ella sabía la relación entre ambos y lo difícil que se le haría decir el nombre de el asesino, mientras tanto la rubia se guardaría el sobre con el destinatario y acto seguido citaría al azabache al gimnasio.

Luego de que el analista se diera cuenta de que trataba todo, simplemente se armó con un cuchillo y fue a la cita.

Después de un intercambio de palabras, sería la rubia quien comenzaría a dar los primeros disparos con el revolver, fallando a propósito contra su blanco para intentar sacar su instinto de supervivencia y cuando estuvo por disparar el último, fue que el cuchillo lanzado a una extraordinaria velocidad terminó en su cabeza en un certero golpe mortal.

Aquél movimiento simplemente hizo que la nota citando al susodicho cayera de entre sus posesiones y aún a sabiendas de esto el mismo chico la dejó estar, pues el escenario ya había sido formado y era hora de esperar lo inevitable.

En esta oportunidad, el verdugo no necesitó recibir un papelito que delatara el nombre del asesino, porque tal como fue afirmado, fue él.

Por eso mismo es que, una vez dadas las últimas palabras del azabache para con los estudiantes, se limitó a caminar por voluntad propia, tan calmado como siempre, hacia el sendero de su propia muerte.

Cuando se cerraron las puertas del pasillo oscuro por el que entraban todos los posteriormente ejecutados, los estudiantes fueron trasladados hacia una sala. El olor a anestésicos impregnado en el ambiente podía sentirse.

Era… ¿Un quirófano?

No, era una habitación destinada a experimentación humana.

Allí mismo los estudiantes podrían ver al asesino del otro lado de una ventana, sujeto tanto de brazos como de piernas a una mesa metálica inclinada hacia el frente, de esta forma sería más sencillo verle.

Distintas agujas, las cuales no eran pocas, podían verse incrustadas en distintas partes de su torso y extremidades, y el azabache al tener un cuerpo frágil, sangraba.

Un Monokuma apareció vestido con una bata blanca desalineada y mal diseñada, escribió en una planilla el registro médico.

[ Another Despairful and Boring Execution. Ultimate Hope Izuru Kamukura’s Execution: Executed. ]

¿El último experimento de la patética vida de Kamukura Izuru? Que sobreviviera a su propia desesperación sin gritar.

El Monokuma de bata blanca tomó una inyección exageradamente enorme y la incrustó sin cuidado alguno sobre la vena de aquél brazo.

¿El medicamento? Una dosis de desesperación, la combinación de las drogas más letales y tóxicas para el organismo humano.

Y no habrían pasado minutos desde que fuese inyectado para que espectáculo comenzara.

Lo que en un principio resultaba una voluntad de hierro para resistir al dolor, terminó desencadenando en gritos que poco a poco fueron aflorando por su garganta.

El Monokuma se rió, ¡El desesperado verdugo no tenía permitido gritar! Por lo que, le propinaron una desesperante descarga eléctrica por medio de aquellas agujas que estaban incrustadas en su cuerpo.

A medida que le inyectaban más droga, el cuerpo comenzaba a convulsionar, mayores eran los gritos del azabache, y mayor era el voltaje.

Finalmente, la rata de laboratorio recibiría la descarga eléctrica más desesperante de toda su patética y aburrida vida, y terminaría muriendo. Su cuerpo estaba totalmente destruido por las drogas y la electricidad.

El Monokuma médico tomaría la planilla, y en la casilla de los resultados finales escribiría una cruz y una anotación al lado:

“Upupupu… ¡El desesperado verdugo no sobrevivió a su propia ejecución!”

bottom of page