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Deadly Life 19: Algunos lugares se mantienen ruidosos incluso cuando el alma de la fiesta no está.

Upupu... tal parece que un asesinato totalmente referencial se ha llevado a cabo... ¿no es triste? ¿No? Claro que no... ¡Es más que nada desesperante el saber la forma en que esta persona murió!

Victima: Akari Hoshi.

Asesino: Alexandra Silvercat.

Truth Bullets:

Monokuma File:

Cuerpo y cercanías:

  • Decapitación: Ha sido un corte limpio, debió usarse un arma muy afilada o con un golpe muy fuerte.

  • Ropas de Alexandra: Están salpicadas de sangre, pero la manchas están al revés... como si en vez de caer del cuello hacia abajo, fuera hacia arriba.

  • Auriculares inalambricos: Están fracturados y no funcionan muy bien. Aún así la última pista que fue reproducida fue "DM Galaxy – Paralyzed [NCS Release]" información que se encuentra en la pantalla lateral de estos. Coinciden con los que la victima solía llevar.

  • Bolso rojo: Posee varias caratulas de CD además de una vacia, también está llena de fragmentos de CDs rotos. No posee nada más, tal parece que el asesino se llevó lo que había en su interior así como el ElectroID. Coincide con el de la victima.

  • CD de aluminio: Cayó del bolso de la victima, su brillo es distinto al de un CD habitual dada su composición, aluminio. Un metal ligero y relativamente resistente, aunque fácilmente maleable. Si lo pones en un reproductor muy probablemente no funcione, no está afilado ni manchado de sangre, sin embargo la portada dice: “Arc North – Slash”

Isla Central:

  • Charco de sangre: Bajo la victima hay un charco de sangre. No hay rastros de que la victima fue arrastrada hacia allí, presumiblemente murió en el lugar.

  • Katana: Mal escondida en uno de los árboles del lugar una katana enfundada es encontrada y, al desenfundarla, se puede ver que su hoja está cubierta con la sangre de la victima. Muy afilada pero aparte de eso está impecable. Pertenece a Amaiar.

  • Muesca: En el mismo árbol donde la katana fue encontrada, hay una muesca lisa en el troco. Parece que fue hecha por el impacto de un objeto cortante, es bastante profunda. Además hay leves rastros de sangre de la victima.

Habitación de la victima:

  • Equipo mecánico: Parece tener relación en un uso musical, pues una de sus funciones es para la manufacturación de CDs.

  • CD sobre la cama: Entre todos las caratulas y portadas que hay sobre la cama de la victima, se encuentra un CD suelto. Con rotulador está escrito: “Arc North - Slash”. Posee las mismas dimensiones que el CD de aluminio.

  • Ordenador: Hay un ordenador de sobremesa con el que la victima solía trabajar. Entre sus archivos hay un documento que trata sobre el efecto de las ondas sonoras en el cerebro humano. "Sugestión Bineural" fue el título que se le dio, detalla teorías sobre cómo los sonidos adecuados en frecuencias especificas podría afectar las emociones e incluso los musculos de quien las oiga.

Solución:

Alexandra sufrió uno de sus episodios de cambio de personalidad, y su “otra yo” se dio cuenta de que tarde o temprano eso le acabaría pasando factura a ambas. Para evitarlo, debían salir de la isla antes de que los demás descubrieran el secreto, y la única manera de hacerlo tan rápido era matar a alguien y no ser descubierta.

Por supuesto, Alexandra nunca mataría, por eso su “otra yo” (a la que llamaremos Silverfang a partir de ahora) mantuvo el control de su cuerpo hasta haberse asegurado de ejecutar un plan adecuado. Y la mejor manera de evitar que la pillasen era fingir que ella era la víctima, desviando así las acusaciones hacia otros casi de manera automática. O eso pensaba ella.

Debía encontrar un cuerpo similar al suyo propio. Uno que pudiera hacer pasar fácilmente la confusión por alto. Y aquella que poseía el cuerpo más adecuado era, desgraciadamente, Akari Hoshi.

Fingiendo su actitud extrovertida habitual, engañó a la estudiante de reserva para que dieran un paseo en una noche despejada, citándola mediante el ElectroID frente al Hotel. El plan era que si se las veía juntas, cuando se encontrara el cuerpo de la supuesta Alexandra, se acusara a la señorita Hoshi en su lugar. La DJ solo tenía que fingir defenderse de las acusaciones, pero hacerlo mal aposta, para crear más sospechas y hacer así que la votasen a ella, a Akari. El voto sería incorrecto, todos serían usados como sacrificio y tanto Silverfang como Alexandra podrían escapar.

Llevó a Akari al parque de la Isla Central de Jabberwock, sabiendo que por allí no pasaba nunca nadie, salvo los que tenían que ir a otras islas. E incluso entonces, esos no se desviaban por el parque, sino que daban un rodeo. Llegando a esta conclusión, fue que eligió ese el lugar para el asesinato.

Llevó hasta allí a la señorita Hoshi, donde en cierto momento de la banal conversación que mantenían, la convencería de que se pusiera unos auriculares para escuchar una canción. Esa canción sería en realidad una pista de audio que afectaría al sistema nervioso de Akari, tensando sus músculos, paralizando su cuerpo y dejándola indefensa.

Sería entonces, y solo entonces, que Silverfang ejecutaría todo su plan. Se alejaría de la inmóvil, muda y aterrorizada Estudiante de Reserva, y extraería de su bolso lo que parecía un reproductor de CDs portátil. En realidad estaría modificado para, con la combinación de botones correcta, hacer girar a tremenda velocidad un disco específico de entre los que la pelirroja portaba en su bolso, uno hecho de antemano a partir de aluminio, específicamente con ese propósito en mente.

El aluminio era un metal ligero y relativamente resistente, por lo que el disco revolucionado a tanta velocidad podría volar por el aire directo hacia el cuello de Akari, como un frisbee o un gran Shuriken, decapitándola limpiamente.

El cuerpo caería, derramando grandes cantidades de sangre, razón por la cual Silverfang se había alejado: para no resultar salpicada. Luego desvestiría el cadáver, usando parte de la ropa ensangrentada para cubrir la cabeza de Akari y así poder esconderla luego.

El disco continuaría su trayectoria hasta clavarse en un árbol a pocos metros detrás de Akari, momento en que se detendría, dejando así una muesca en el tronco. La pelirroja lo tomaría, limpiaría usando la ropa de Akari restante, y lo guardaría junto al resto de nuevo, creyendo que podría “ocultar un grano de arena en una playa.”

Silverfang ya contaba con lo de la muesca en el árbol, por lo que había escondido previamente por allí cerca una Katana de decoración, robada varios días atrás a Amaiar de su cuarto, cuando este la invitó para intentar ligar con ella.

Tomando la katana de detrás del tronco, empaparía la hoja de sangre y la arrojaría de nuevo envainada hacia arriba, de manera que se quedase atascada entre las ramas de la copa. Haría así que pareciera que alguien la había escondido pobremente, y que hubiera así acusaciones también para el chico, de nuevo le servía a la DJ mientras no la descubrieran a ella. Las distracciones extra durante un Juicio le vendrían de perlas.

Solo faltarían los últimos detalles. Con cuidado, cambiaría la ropa del cadáver decapitado por una muda limpia de su ropa de DJ, que traía ella en su bolso (de nuevo). La salpicaría de sangre para ocultar que el cuerpo hubiese sido vestido post-mortem, cometiendo ahí su primer error.

Luego dejaría su bolso junto al cadáver también, no sin antes golpearlo contra el suelo para simular el que lo tuviera puesto cuando se cayó. Segundo error, pues esto destrozaría casi todos los frágiles CDs que llevaba allí, salvo por el de aluminio.

Y también tendría que dejar allí sus auriculares, pensando que no se creería nadie que el cuerpo era el suyo si no los tenía cerca, ya que normalmente no se los quitaba para nada. Tercer error.

En un segundo bolso estratégicamente oculto (junto a la anterior katana), se llevaría tanto la pequeña máquina asesina como la cabeza y ropa oculta de Akari. Usando las llaves robadas a esta, ocultaría aquellas evidencias en el cuarto de la verdadera víctima, sabiendo que nadie tendría razones para buscar allí. Buscarían en el cuarto de Alexandra, la supuesta víctima, donde no encontrarían nada raro… cuarto error. Durante la investigación se podría llegar a encontrar un disco suelto sin portada, que coincide en dimensiones y forma con el usado para matar a Akari. Alex lo usó como modelo para moldear el arma homicida (usando un gran armatoste allí presente), y lo dejó allí por accidente al sacarlo para meter el de aluminio en su carátula.

Después de todo esto, Silverfang se vestiría como Akari, se pondría unas lentillas de colores correspondientes a sus ojos, y se cortaría y teñiría el pelo para hacerse pasar por ella durante el Juicio. Su aspiración es que se vote erróneamente, pero eso no podría pasar si se descubría que la supuesta víctima seguía viva. Por eso tendría que esconderse hasta que el Juicio comenzase, momento en el que aparecería por allí y trataría de hablar lo mínimo y necesario para fingir ser la Estudiante de Reserva.

Conocía un poco a la Estudiante de Reserva de haber hablado con ella un par de veces, por lo que podría imitar su voz a la perfección, y mientras no le preguntasen cosas muy personales debería ser capaz de mantener una fachada… Pero tampoco pretendía hacer una imitación perfecta, porque su plan es precisamente que acusen a Akari de ser la asesina, y fingir nerviosismo ayudaría a eso. Cometerá deslices aposta durante el Juicio, cosas que solo el asesino o la víctima podrían saber por ser los únicos presentes, atrayendo así las acusaciones hacia Akari ya que Alexandra supuestamente estaría muerta.

Este será su quinto y último error, pues durante el Juicio es probable que, aquellos que SÍ conocen mejor a Akari (como Amaiar, Neru o Aikei) descubran poco a poco que no es la misma Akari. Detalles como que esté comiéndose un chupete del mismo modo que Alexandra lo hacía, o que de forma inconsciente comience a tamborilear el atril siguiendo un ritmo imaginario ayudarán a esto. Y cuando se planteen que el cuerpo tal vez no sea tampoco el de Alexandra, y las pistas importantes cobren sentido, será la perdición de Silverfang, que no podría seguir fingiendo ser quien no es.

Irrelevante resulta el “cómo” mató a Akari. Esto es solo una manera de darse cuenta de que /el cuerpo no es de Alexandra, sino de Akari/, y así al ver a la verdadera Alexandra disfrazada de la verdadera víctima, será obvio que ella era también la asesina debido a los deslices cometidos aposta (que solo el asesino podría saber) y se podrá votar en su contra, incluso si no se han discutido todas las pistas o si no se ha desvelado toda la solución.

Ejecución: The Ultimate Party

Acusada por el asesinato de Akari Hoshi, Alexandra Silvercat fue descubierta inclusive habiéndose hecho pasar por la víctima.

¡Un caso para perder la cabeza, literalmente! ¿¡A que no es alucinante ver sus caras llenas de desesperación cada vez que una sorpresa cae en medio del juicio!?

Muy bien, en esta oportunidad, nuestra victima falsa será la ejecutada, ¡Así que agárrense!... ¡O tal vez no! ¡Porque el destino que le aguarda a la asesina será transmitido a todo volumen!

Una vez nuestro querido verdugo acabo de leer la carta de la verdadera difunta, se llevó a la asesina por el pasillo de los posteriormente ejecutados. Todos los estudiantes fueron trasladados a un nuevo escenario… ¡Nada más ni nada menos que… el Titty Typhoon!

Obviamente, nuestros queridos servidores se encargaron de ambientar todo para que la ejecución pueda ser dada a la perfección. Las decoraciones del lugar dan a entender que… ¡Una fiesta se está por iniciar! Incluso hay un gran cartel sobre el escenario, uno que muestra el motivo a festejar.

[ The Ultimate Party: Ultimate DJ Alexandra Silvercat's Execution: Executed. ]

¡Pero eh, EH! La fiesta NO es para ustedes, asquerosos, están sufriendo demasiado como para pasarlo bien, ¿Eh? Así que la diversión se la van a llevar aquellos que realmente disfrutan de la más a b s o l u t a desesperación.

Silverfang fue ubicada en… ¡La pista de baile! Lamentablemente, no va a dirigir la música de la fiesta, ¡Porque seremos nosotros quienes lo haremos por ella!

Un Monokuma con unos lentes llenos de luces LED se acercó al tablero que se exponía en el escenario. Se acercó al micrófono y...

“Upupupupupupupu…”

Como si fuese un llamado de la naturaleza, las ventanas, las puertas, y todas las posibles entradas al establecimiento se vieron acaparadas por una desorbitante cantidad de Monokumas que empezaron a entrar. Por ese mismo motivo es que Silverfang se tropezó y cayó un par de veces. A fin de cuentas, ¿Cómo va a poder mantenerse de pie en un espacio totalmente lleno de preciOSOs criaturas?

¡Exacto, exacto! Esta fiesta está dedicada a todos y a cada uno de aquellos Monokumas, y nuestra querida asesina ganó el privilegio de ser invitada a la fiesta. ¡Porque sólo ella vive al límite! ¿¡Por qué creen que asesinó, si no es por eso!?

Todos los osos bicolores quedaron quietos, parados, observando al Monokuma DJ de la fiesta.

El silencio reinó en el lugar durante varios segundos, y nuestra asesina no dejaba de observarlos a todos.

¿Qué iría a pasar? ¿Qué iba a ocurrir?

El DJ se colocó las lentes de luces LED, y alzó ambas patas, empezó a reír de aquella forma que tanto le caracterizaba, mostrando los colmillos y…

¡La música rompió con el silencio… literalmente!

Porque un estruendoso sonido al máximo volumen llegó a generar una onda capaz de destruir todos los vidrios del Titty Typhoon al mismo tiempo y en cuestión de meros segundos. Silverfang acabó reaccionando en consecuencia de ello y se tapó los oídos, inclinando todo su cuerpo hacia adelante y quedando cabeza gacha.

En ese momento… ¡Comenzó la verdadera fiesta!

La cantidad desorbitante de Monokumas comenzó a moverse dentro de ese pequeño espacio, todo al ritmo de la melodía de la música a volúmenes insanos. ¡Ah! Perdón, ¿Acaso dije ritmo? Quise decir mejor… ¡Un desesperante ritmo! Porque claro, somos osos, entonces nosotros tenemos nuestras propias reglas para movernos.

Nuestra asesina, atrapada entre tantos Monokumas, empezó a ser arrastrada de un lugar a otro del salón por las patas blancas y negras. Intentaba acercarse a la puerta, o las ventanas, o a cualquier lugar que le permitiera salir al exterior, pero simplemente no lo lograba, ¿Saben por qué?

¡Porque a cada segundo, entraban más y más Monokumas!

Es que nosotros amamos las fiestas, ¿¡Acaso no se los han dicho!?

Entonces, podría decirse que a cada momento, la cantidad de individuos dentro del lugar sobrepasaba el límite que otorgaba el espacio de por sí.

Y Silverfang se percataría de que sus pies poco a poco dejaban de tocar el suelo, porque una horda de Monokumas inundaba el Titty Typhoon tal como si fuese una marea.

El Monokuma DJ alzó los brazos, y en consecuencia todos los osos hicieron lo mismo, ¡Era una ola de desesperación! Aquellas patas fueron alzadas con la pasión que sólo la desesperación puede otorgar, y como nuestra asesina estaba en medio de la ola, ella acabó siendo lanzada por los aires… ¡Pero no en dirección al cielo! Porque el techo estaba de por medio, duh. ¡Se golpeó todo el cuerpo y se quebró la nariz! Vaya vaya, ¡A lo mejor se le cayó un diente y nadie nunca podría ponerlo bajo la almohada! Porque claro, se perdió entre la marea de Monokumas.

Pero lo curioso es que antes de caer de regreso al suelo, la asesina de las arreglaría para aferrarse de la bola de cristal que ilumina la fiesta.

Silverfang, con todo el rostro lastimado y con varios cortes en el cuerpo por las garras de los danzantes osos, estaba evitando la muerte. ¡Quería proteger a Alex!

Pero…

¿¡Qué tan desesperante sería que el impacto hubiese causado un quiebre, y un cambio de lugares!?

Alex regresó a sus cabales, y Silverfang regresó al inconsciente de la muchacha. El sonido de la fiesta le aturdía a niveles insoportables, su rostro se llenó de confusión a la par que sus ojos se llenaban de lágrimas. ¡No comprendía qué hacía ahí! ¡Por qué estaba aferrándose con tanto fervor a una bola de disco!

Upupupu… ¡Qué climax más interesante! ¿¡Y saben qué es lo que ocurre cuando en las fiestas las cosas se animan!?

¡SE CAMBIA DE MÚSICA!

Cuando los nuevos sonidos se hicieron presentes, y en consecuencia de un gran sentido de la adrenalina llena de desesperación, los ojos se alborotaron más y más.

Fue entonces cuando el DJ Monokuma dejó el tablero por unos minutos, y se acercó a una caja. ¿Pero qué tenía esta caja que la hacía tan especial? ¡Pues claro! ¡Tenía adornos luminosos! ¡Lindos, luminosos, y FILOSOS adornos para acompañar a la fiesta!

Collares con púas, brazaletes con vidrios incrustados, sombreros tan puntiagudos que podrían pinchar… ¡Todo lo que hace falta en una fiesta llena de desesperación!

El Monokuma DJ acercó la caja al público y empezó a repartir los objetos en cuestión.

La marea de osos bicolores ahora pasó a ser multicolor, y el destrozo que causaban sus movimientos era mucho más grande.

¡Nuestra asesina contemplaba llena de pánico una escena de lo más divertida! Pero… Era una pena, no podría contemplarla por más tiempo.

Porque el soporte que sostenía la bola de disco… ¡Era frágil! Y ella, que nunca contaba los datos de sus medidas y peso a los demás, estaba haciendo que el soporte se desprendiera.

Y finalmente… ¡Ocurrió! El soporte se quebró y Alexandra Silvercat cayó emitiendo un grito hasta perderse entre la marea de osos que acabaron con su vida

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